Durante este tiempo de ausencia, he recibido muchos mensajes de preocupación y cariño de muchos seguidores que se extrañaban mis recetas, pues no había publicado nada desde el 21 diciembre, donde explicaba que tenía un familiar cercano enfermo. Gracias a todas las personas que estuvieron pendiente y preocupadas por mi. Esta entrada en el día de hoy la quiero dedicar a mi suegra, Doña Ana, quien después de 1 mes en cuidados intensivos, partió a la presencia del Señor el 13 de enero, es por esta razón que no había publicado recetas desde diciembre.
Doña Ana fue una mujer con muchas cosas que admirar e imitar, yo solo mencionaré las que me impactaron en los 20 años que compartí con ella. Una de las cualidades que la adornaban era la organización en todos los aspectos de su vida. Cada cosa en su casa era guardada con el más alto esmero, cada foto tenía un detalle de la fecha en la que había sido tomada, sus muebles ancestrales los cuidaba y mantenía, al punto que la mayoría eran centenarios en perfecto estado. A pesar de ser una mujer que prácticamente no trabajó fuera de su hogar, el dinero que recibía por parte de sus hijos lo administraba de manera ordenada y con austeridad, siempre tenía un detalle para sus nietos cuando iban de viaje o un pequeño ahorro para emergencias.
Mis hijos no fueron los que más disfrutaron de ella, pues ya estaba un poco avanzada en edad cuando nacieron, pero no se pueden quejar del afecto que les dio, a pesar de sus limitaciones. Su discreción en los asuntos personales es digna de imitar. Nunca contaba sus problemas personales o familiares a nadie, prefería callar y orar. Como suegra puedo decir que fue discreta, cuidadosa y nunca causó o contribuyó a causar discusiones entre mi esposo y yo. Hace más de 10 años había entregado su vida a Cristo y es nuestra esperanza volverla a ver en el día de la resurrección. A ella dedico estas galletas, pues le gustaba guardar cosas antiguas y sé que les hubiera encantado verlas. Les pongo un paso a paso de cómo las hice. Están inspiradas en los diseños de Cath Kidston.
Galletas pintadas para el Día de la Amistad
Preparación:
- Lo primero que debes hacer es hornear tus galletas con un molde de corazón, grande, no muy pequeño para que puedas trabajar ambos colores. Si solo tienes un molde regular, trabajalas con el fondo blanco solamente, quedarán preciosas también. Si no tienes la receta de la masa y el glacado haz click AQUI.
- Dejar secar bien y luego con un pincel y los colores vegetales ir aplicando como si fuera acuarela, usando ron blanco o vodka como diluyente.
- No es tan dificil obtener este efecto, básciamente son manchas con una forma básica de flor y luego añadirle rojo en los centros y lo que le da el efecto y la forma es el marrón que agregarás al final con un pincel muy fino.
- Finalmente usé una punta no. 3 redonda para hacer los bordes y lo pinté de polvo dorado. Me gustó el resultado obtenido. Una idea que simpre les doy a mis alumnas: Al momento de regalar una cajita de galletas, ponle 2 o 3 decoradas arriba y las demás sin decorar debajo, pues son más ricas sin el sabor a tanta azúcar que deja el glaceado o el fondant, eso también te ahorra el trabajo de tener que decorar tantas con este nivel de detalle, además de que a las personas les da pena comérselas.
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